Si lo analizamos un poco, todas las películas se parecen a la vida real o quizá es la vida real la que se parece a las películas.
Cualquiera de las dos posturas tiene una buena defensa, un debate sobre este tema podría ser entretenido.
Hay películas maravillosas y otras que mejor no mencionar.
Seguro que tienes una en mente que te impacto y que no eres capaz de olvidar.
¿Recuerdas el principio? ¿Y el final? Por el medio también pasaron cosas, ¿las recuerdas?
Lo que más recordamos es el principio y el final.
Cuando le contamos a alguien la película que nos gusta, empezamos por el principio, algo del medio, muy poco, eso es paja, nada importante (aunque no lo creamos sí lo es) y el final, ese sí porque nos dejó con la boca abierta.
Tus conferencias deberían ser igual que las películas.
Haz que recuerden el principio y el final, de esta forma conseguirás que años después te sigan mencionando.
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