El reto está claro; tú, una hora y un vaso de leche, ¿aceptas el desafío?
La mayoría diría que es una tontería, que no aportaría nada y que poco hay que decir sobre un vaso de leche.
Dicen eso porque no se han parado a pensar, no por maldad, más bien porque no solemos hacerlo.
¿Te has parado a pensar lo que implica que un vaso de leche aparezca en tu cocina?
Y hay otro punto a tener en cuenta, el cómo lo vas a hacer.
Lo “qué” vas a contar (la historia del vaso de leche) es importante pero el “cómo” (las emociones implícitas y explícitas en tu historia) lo es más.
Estoy encantado de que leas esto en tu correo.
Si por el contrario, estás en la web (entre tú y yo, no sé cómo has llegado hasta aquí pero puedes salir por la puerta grande) y quieres recibes las entradas diarias con consejos para hablar en público en tu email… ¿A qué estás esperando?
Suscríbete y disfruta.
PD: También puedes darte el placer antes y suscribirte después, eso lo dejo a tu gusto porque el orden de los factores no altera el producto pero, hagas lo que hagas, disfruta de la vida.
No te olvides de visitar nuestra ACADEMIA.
Comments are closed